domingo, mayo 15, 2011

Sin detenerse, siguiendo hasta el final.

Hace un tiempo atrás –a mediados del 2009- viví una de las situaciones más complicada en mi vida –mis cercanos saben bien-. En aquel momento tuve que tomar decisiones. Aquellas decisiones hoy me tienen trabajando arduamente. En aquel momento hice un alto al ritmo que llevaba y analice el real alcance de mis acciones, sopese en donde me encontraba y cuál sería el rumbo por el que me encaminaría los próximos años. La decisión no fue tarea fácil. Luego de hacer un tremendo esfuerzo por limpiar las emociones pude razonar con la cabeza en frio y decidir en conciencia. Vuelvo a insistir, no fue trabajo sencillo y la decisión entonces, fue tomada.

Hoy, ya trascurrido casi dos años de aquel momento -y en pleno trabajo aun- logro observar los primeros resultados. Es tremendamente satisfactorio el sentimiento, pero ya he aprendido a no aflojar antes del momento indicado, a no cantar victoria antes de tiempo y es por ello que aun observando los avances, no me detengo, sino que por el contrario sigo adelante hasta lograr completar mis tareas y llegar al fin deseado.

Los que me conocen podrán observar -sobre todo en estos días-, que me encuentro realizando grandes ajustes y que estoy efectuando cambios un tanto radicales en mis actividades. Esos ajustes y cambios son parte del proceso del que les comento y deben entender que son totalmente justos y necesarios y que obedecen a un fin mayor.

Bueno, en verdad a quien quiero engañar jejeje, el sentimiento es totalmente agradable y delicioso, espero no embriagarme antes de lo necesario…